¿Qué es el Tuberculinum y cómo puede ayudarte?
El Tuberculinum es una medicina homeopática usada para tratar una variedad de síntomas y enfermedades. Esta medicina homeopática es una de las más populares y ampliamente utilizadas, y se ha utilizado durante más de 200 años. El Tuberculinum se deriva de la bacteria que causa la tuberculosis, y se usa para tratar una variedad de síntomas relacionados con la tuberculosis y otras enfermedades infecciosas.
El Tuberculinum se usa para tratar una variedad de síntomas, como fiebre, tos, fatiga, dolores musculares, dolor de cabeza y otros síntomas relacionados con la tuberculosis. También se usa para tratar enfermedades infecciosas como la gripe, el sarampión y la polio. Además, se ha demostrado que el Tuberculinum ayuda a aliviar los síntomas de algunas enfermedades autoinmunes, como la artritis reumatoide.
El Tuberculinum se administra a través de inyecciones, pastillas, gotas o incluso aerosoles. La dosis depende de la gravedad de los síntomas y de la edad del paciente. Se recomienda que los pacientes sean evaluados por un profesional de la salud antes de comenzar el tratamiento con Tuberculinum.
Los efectos secundarios del Tuberculinum son generalmente leves y pueden incluir náuseas, mareos, dolor de cabeza y diarrea. Si los síntomas persisten o empeoran, es importante que se busque atención médica inmediata.
El Tuberculinum es una medicina homeopática segura y eficaz para tratar una variedad de síntomas relacionados con la tuberculosis y otras enfermedades infecciosas. Si estás experimentando síntomas relacionados con la tuberculosis o cualquier otra enfermedad infecciosa, habla con tu médico para ver si el Tuberculinum es una opción adecuada para ti.
TUBERCULINUM: La homeopatía para tratar la tuberculosis
Hola amigos, hoy quiero hablarles sobre un remedio homeopático muy importante en el tratamiento de la tuberculosis: TUBERCULINUM.
La tuberculosis es una enfermedad infecciosa que afecta principalmente a los pulmones y que puede ser mortal si no se trata adecuadamente. La homeopatía ofrece una alternativa natural y efectiva para tratar esta enfermedad y TUBERCULINUM es uno de los remedios más utilizados.
¿Qué es TUBERCULINUM?
TUBERCULINUM es un remedio homeopático que se obtiene a partir de la bacteria que causa la tuberculosis. Aunque pueda parecer contradictorio utilizar una bacteria para tratar una enfermedad, en homeopatía se utiliza la ley de la similitud, es decir, que lo similar cura a lo similar.
En este caso, se utiliza una dilución muy alta de la bacteria para estimular el sistema inmunológico y ayudar al cuerpo a combatir la enfermedad de forma natural.
¿Cómo se utiliza TUBERCULINUM?
TUBERCULINUM se utiliza en diferentes potencias según la gravedad de la enfermedad y la respuesta del paciente. En general, se recomienda tomar una dosis semanal durante varias semanas o meses, dependiendo del caso.
Es importante destacar que TUBERCULINUM no es un sustituto de los tratamientos médicos convencionales para la tuberculosis, sino que debe utilizarse como complemento para mejorar los resultados y reducir los efectos secundarios de los medicamentos.
¿Cuáles son los beneficios de TUBERCULINUM?
TUBERCULINUM es un remedio homeopático muy efectivo para tratar la tuberculosis y sus síntomas, como la tos, la fiebre y la fatiga. Además, ayuda a fortalecer el sistema inmunológico y mejorar la respuesta del cuerpo ante la enfermedad.
Algunos de los beneficios de TUBERCULINUM son:
- Reduce la frecuencia y la intensidad de la tos
- Disminuye la fiebre y la fatiga
- Ayuda a prevenir las recaídas y las complicaciones de la tuberculosis
- Mejora la calidad de vida del paciente
Conclusión
En resumen, TUBERCULINUM es un remedio homeopático muy importante en el tratamiento de la tuberculosis. Se utiliza para estimular el sistema inmunológico y mejorar la respuesta del cuerpo ante la enfermedad.
Si estás interesado en utilizar TUBERCULINUM como complemento en tu tratamiento para la tuberculosis, es importante que consultes con un médico homeópata para que te indique la dosis y la potencia adecuadas según tu caso.
Recuerda que la homeopatía es una alternativa natural y efectiva para tratar enfermedades como la tuberculosis, pero siempre debe utilizarse de forma responsable y en combinación con los tratamientos médicos convencionales.
T.K. Tuberculina de Roch. Obtenido de un Cultivo de
Mycobacterium Tuberculosis)
Sintomas mentales de TUBERCULINUM
*** 1 Muy marcados deseos de viajar o de vagabundear; es cosmopolita, no
puede quedarse mucho en el mismo lugar o ciudad. Esto sucede, esencialmente,
por su modo de ser o temperamento cambiante o variable, que hace que le gusten
los cambios de ambientes, de paisajes, de personas, etc.
*** 2 Es cl?sico el miedo a los perros (y otros animales, como los gatos),
muy marcado y el temor como si fuera a pasar algo, asi como una exacerbaci?n
general del miedo al despertar. Temor antes de ir al médico ? al dentista.
*** 3 En los niños, hay características mentales bien destacadas: ansiedad,
dificultad en pensar y comprender; irritabilidad (ni toleran que los miren),
terquedad, inquietud, impudicia; y son gritones, sobre todo durmiendo.
*** 4 Marcada irritabilidad al despertar, especialmente a la mañana; nada lo
conforma ni lo satisface. Se ofende fácilmente, es muy susceptible. Amenaza,
quiere romper cosas, a veces hasta se golpea la cabeza contra la pared u otros
objetos o cosas; grita, insulta, blasfema; es terco, resentido o vengativo;
destructivo.
*** 5 Su temperamento, además de cambiante, es alternante, yendo de un
extremo caracterol?gico a su opuesto: es alegre y feliz o melanc?lico, triste
y quejoso, gim?endo fácilmente (por la menor causa) o llorando apenas le
hablan; es suave y dulce o se pone muy irritable o gritén; es muy indolente
(con gran aversión al trabajo) o, por el contrario, muy laborioso y
trabajador; es taciturno, y se vuelve locuaz (más con la fiebre), pasando
r?pidamente de un tema a otro o hablando sin sentido.
** 6 Siempre vive esperanzado, lleno de esperanzas, a?n en situaciones de
salud que no las justifican.
** 7 Intelectualmente, tiene dificultades en pensar y comprender, esté como
aturdido o embotado. Esté peor por los esfuerzos mentales, pudiendo llegar a
presentar trastornos por surmenage intelectual. La memoria es escasa, sobre
todo para recordar personas, o lo que acaba de decir o esté por decir.
Idiocia, especialmente si el paciente grita estridentemente. Confusión
caminando al aire libre. Puede, de todos modos, en otros pacientes, haber gran
claridad mental, o una tendencia a tener pensamientos persistentes sobre todo
de noche.
* 8 Hipersensible a los ruidos. Esté mejor por la másica; tiene una
extraord?nar?a sensibilidad a la másica.
* 9 Todo en la habitaci?n le parece extraño, como si estuviera en un lugar
extraño. Impulsos repentinos de correr. Delirio con insomnio. Ansiedad al
anochecer y antes de medianoche; durante la fiebre y con las cefaleas. Cuadros
de insania.
* 10 Gemidos durante las convulsiones. Grita durmiendo.
Sintomas generales de TUBERCULINUM
*** 11 En personas con antecedentes personales o familiares de tuberculosis,
o que han estado en contacto más o menos prolongado, o conviviendo, con alg?n
tuberculoso o tosedor crónico sospechoso, a?n muchos años atrás o en su
infancia. Tal vez sea la raz?n más frecuente de la prescripci?n de
Tuberculinum, especialmente en aquellos casos, cualquiera sea la enfennedad
que padezca el paciente, en que el remedio bien elegido falla en aliviar o
curar permanentemente.
*** 12 Toma frío (o se resfría) con gran facilidad, sin saber ni cu?ndo ni
c?mo ni d?nde; parecer?a que se resfría "cada vez que respira un poco de aire
fresco" (Allen). No termina un resfrío cuando ya esté comenzando otro.
*** 13 Los síntomas estén siempre cambiando; los trastornos afectan un
?rgano, luego otro los pulmones, el cerebro, los ri?ones, el higado, el
estómago, el sistema nervioso comenzando y cesando bruscamente. Los dolores
son esencialmente variables, cambiantes y err?ticos, y habitualmente comienzan
y terminan repentinamente.
*** 14 Presenta un adelgazamiento progresivo, r?pido y acentuado, a?n
sinti?ndose bien y, a menudo, a pesar de que come mucho, y con tanta hambre
que debe levantarse de noche a comer. Adelgazamiento en niños de tamaño chico.
En general, el adelgazamiento se acompa?a de una gran debilidad o fatiga
progresivos, con un cansancio tan terrible, sobre todo de las rodillas para
abajo, que apenas le permite caminar, agoténdose por el más peque?o paseo. La
debilidad es especialmente producida o agravada por los sudores, sobre todo
los nocturnos, y se acampa?a con frecuencia de un deseo constante de cambiar
de lugar, porque no se encuentra c?modo en ninguna parte.
*** 15 Peor: por el frío, el frio h?medo, el baño frío, entrar a un lugar
frío; por cambios de tiempo, especialmente de frío a calor; por el calor
general o de la habitaci?n; por la humedad; antes de las tormentas; por los
esfuerzos o por el menor ejercicio; de mañana o al anochecer; en la cama, al
comienzo del sue?o, y de noche a partir de las 3 horas; en una habitaci?n
cerrada; parado; después de comer. Mejor: por el calor de la cama; por caminar
r?pido; por el movimiento; en reposo; al aire libre, con un gran deseo de aire
libre y fresco, con necesidad de tener las puertas y ventanas abiertas ? que
le d? el viento. Lateralidad izquierda.
** 16 Especialmente ?til en individuos mentalmente activos y precoces, pero
f?sicamente débiles; habitualmente (no siempre) flacos, y muchas veces
encorvados.
** 17 Adenopatéas con un grado desusado de hipertrofia e induraci?n, y con
lo localizaciones bien precisas (ver Particulares), adoptando a menudo la
forma de cordones nudosos.
* 18 Periodicidad en la aparición de los síntomas, cada 7, 14, 21 o 28 días.
** 19 Llamaradas de calor con sudores. Epilepsia. Temblores.
Deseos y aversiones de TUBERCULINUM
*** 20 Deseo: de carne ahumada, de cerdo, de jam?n gordo (especialmente el
crudo), de grasas, de carne; de leche fria; de dulces; de sal y alimentos salados; de bebidas alcoh?licas; de golosinas o bocados exquisitos; de cosas refrescantes; de helados.
* 21 Aversi?n a la carne; a la comida a?n teniendo hambre.
Sintomas particulares de TUBERCULINUM
** 22 Vértigo más de mañana, por erguirse de estar agachado; con
oscurecimiento de la visión, náuseas, palpitaciones. Calor en la cabeza.
Pesadez en el vórtex. Mete profundamente la cabeza en la almohada, o la mueve
haci?ndola girar de un lado a otro. Meningitis tuberculosa. Cefaleas muy
crónicas, peri?dicas, cada 7 a 14 días; con dolores intensos, agudos,
cortantes, lancinantes, desde encima del ojo derecho extendiondose a la regi?n
occipital derecha, o desde el ojo derecho al oído izquierdo, atravesando todo
el cr?neo; o dolor como si tuviera un círculo de hierro rode?ndole la cabeza.
Cefaleas en escolares o estudiantes, sobre todo en ni?as, peor por el menor
trabajo intelectual, por estudiar, por leer o forzar los ojos; especialmente
cuando hay antecedentes tuberculosos. Cefalea frontal de 10 a 15 horas. Plica
pol?nica.
* 23 Dolor en los ojos al moverlos, sobre todo lateralmente. P?rpados
hinchados, sobre todo a la mañana. Orzuelos a repetici?n, especialmente en el
p?rpado superior derecho, muy doloroso, con secrecién de pus verdoso.
Escamitas en los bordes de los p?rpados; herpes. Conjuntivitis. Fotofob?a.
Arreflexia pupilar. "Casi espec?fico para la ulceraci?n de la c?rnea en los
niños" (M.I.Tyler). Opacidades de la c?rnea. Visi?n verde, o ve un halo de
colores alrededor de la luz. Las letras se le juntan cuando lee. Astigmatismo.
Miop?a.
* 24 Dolor en los oídos al despertar. Sensación de tener tapado el oído
derecho. Otorrea crónica amarillenta o purulenta, fétida, indolora. Ruidos en
los oídos. T?mpano perforado con bordes rasgados.
** 25 Corizas a repetici?n, con estornudos y dolores en los dientes y oídos.
For?nculos muy peque?os y dolorosos en la nariz, o pustulitas, rodeando
comedones. Coriza crónico. Secrecién nasal purulenta, espesa, amarillenta o
amarilloverdosa, fétida, con olor a queso en mal estado; o la secrecion cae
hacia atrás. Costras en la mucosa nasal. Epéstaxis de sangre de color rojo
vivo. Sudores en la nariz.
*** 26 Cara roja después de mediodía: en zonas circunscriptas; durante la
fiebre; esté roja del mismo lado del pulm?n afectado. Cara pálida, enfermiza,
con oleadas de calor. Labio superior hinchado. Sacudidas en los másculos
fac?ales. Herpes en los labios. Herpes c?rcinado en la cara. P?stulas en la
cara, en el mentén y en la nariz. Acn? facial; ros?cea. Comedones que se
ulceran, en el mentén y la nariz. Labios secos; con ampollas negras.
*** 27 Rechina los dientes durmiendo (es muy caracter?stico de
Tuberculinum). Siente los dientes flojos. Fuliginosidades en los dientes.
Siente los dientes como pegados entre s? por una sustancia aglutinante,
viscosa, y como si fueran demasiados para su cabeza.
* 28 Encías hinchadas, inflamadas, sangrantes, ulceradas. Lengua agrietada;
roja o con una raya roja en el medio; con espesa saburra; seca. Aliento fétido, p?trido. Gusto metélico, salado o como a grasa rancia. Lengua de aspecto aframbuesado, dolorosa especialmente en la punta, como si huhiera sido
quemada. Aftas en boca y lengua.
*** 29 Sequedad, constricción, sensación de raspado en la faringe;
cosquilleo que provoca tos. Hipertrofia e hinchaz?n crónica de las amigdalas.
Amigdalitis, con dolores ardientes que se extienden a los oídos. Absceso
retrofar?ngeo. Disfagia, con dolores intensos al tragar. Carraspea y saca
trozos caseosos de las am?gdalas. Dolores en el cuello, de mañana, con
degluci?n dolorosa. Induraci?n e hipertrofia de ganglios como cordones con
nudos, en todo el cuello y en la regi?n cervical que, a veces, supuran.
* 30 Sed extrema, ardiente de mañana; durante los escalofríos y la fiebre.
Sed de pequeñas cantidades de agua fría. Apetito caprichoso (tiene hambre y no
sabe qu? quiere, o rechaza lo que le ofrecen). Falta de apetito con sensación
de hambre o de vacío gástrico. Eructos con sensación de plenitud g?strica.
Náuseas de mañana antes del desayuno; al presionar el vientre; con repugnancia
a la vista y olor de los alimentos. V?mitos repetidos, a veces después de cada
comida, con cefaleas que son mejoradas por los vómitos, que se acompa?an de
sudores fríos y de gran debilidad. Presi?n en el estómago, como si la ropa
estuviera muy apretada. Calambres dolorosos o puntadas en el estómago.
31 Calambres dolorosos en el vientre, con distensi?n dolorosa. Dolores
punzantes en el bazo; dolores hepáticos intensos con ligera ictericia. Dolores
apendiculares. Adenopatéas mesentéricas (tabes mesentérica), en fosa il?aca
derecha o en las ingles; en ocasiones con fiebre. Ulceras perforadas en los
intestinos. Tuberculosis peritoneal.
*** 32 Alterna constipación con diarrea. Constipación con heces secas y
duras, gases y cólicos. Diarrea que lo saca de la cama por la mañana temprano,
hacia las 5 horas, brusca, con deseos imperiosos, indolora; peor por el
movimiento y antes o durante la menstruaci?n; con heces acuosas, marrones o
negras o claras, lientéricas, corrosivas, siempre expulsadas en chorro y de
olor fétido, p?trido o a queso rancio; acompa??ndose de gran debilidad,
copiosos sudores nocturnos, adelgazamiento (aunque coma bien) y, a veces, tos.
Diarrea en niños que dura semanas, con gran adelgazamiento y agotamiento y con
palidez cian?tica. Puede haber diarrea diurna. Incontinencia de materias
fecales cuando duerme o al salir flatos. Las hemorroides (crónicas y grandes)
sangran cuando salen heces secas, grandes y duras. Prurito anal. Constricción
en el recto.
* 33 Dificultad para orinar; debe hacer un esfuerzo para conseguirlo cuando
mueve el vientre. Orina lentamente, pero debe hacerlo con frecuencia, sobre
todo durante los cambios de tiempo. Orina alterada, cargada; con olor
amoniacal intenso o a porotos cocidos; albuminuria; exceso de uratos;
sedimento con arenillas. Hematuria con dolores renales.
** 34 Deseos sexuales aumentados, excesivos y, a veces, violentos en el
hombre. Tendencia a la masturbaci?n. Erecciones en niños. Testéculos hinchados
y dolorosos, más a la derecha; dolor en el cord?n esperm?tico izquierdo.
Hidrocele. ** 35 Menstruaciones muy adelantadas, cada 20 días, muy abundantes y prolongadas; con coágulos; muy dolorosas, con dolores agudos en el hipogastrio
y en la regi?n lumbosacra, que se agravan caminando, casi impidiondole
hacerlo; a veces son verdes, y se presentan irregularmente. La primera
menstruaci?n comienza tardíamente. Amenorrea. Fuerte tendencia a la
masturbaci?n. Flujo irritante, con calor vulvar. Dolores ardientes en los
ovarios. Las menstruaciones reaparecen muy pronto después del parto.
Relajac??n del esf?nter ivaginal. Prolapso de ?tero. Fibrorna uterino. Dolor e
hinchaz?n premenstrual de los senos o al comienzo o durante la menstruaci?n,
con secrecién l?ctea. Tiene leche en los senos aunque no esté embarazada,
sobre todo antes o durante la menstruaci?n, o por supresión de la misma.
Cáncer de seno. Tumores mamarios benignos.
*** 36 Ronquera dolorosa intermitente; la voz se aclara un día o dos, luego
reaparece la afon?a. Hiperemia de las cuerdas vocales, con pequeñas
ulceraciones. Tuberculosis lar?ngea. Tos irritante, sobre todo al anochecer y
de noche, impidiondole dormir al paciente, con dolores tor?cicos que irradian
a los brazos. Tos al enfriarse o por bebidas frías; peor por hablar o leer en
voz alta, en una habitaci?n calurosa, durmiendo o durante la fiebre. Tos seca,
sofocante, antes del escalofrío. Expectoraci?n espesa, amarillenta o verdosa;
globulosa; mucopurulenta de mañana; fácil; acuosa. Catarro crónico en
ancianos. La tuberculosis pulmonar comienza en los v?rtices habitualmente en
el izquierdo; incipiente. Intensa sofocación, sobre todo en una habitaci?n
calurosa. Extrema rapidez de la respiraci?n sin verdadera disnea, y que cesa
apenas le hablan. Necesidad intensa de respirar aire fresco, haciendo
inspiraciones profundas. Presi?n y calor en el tórax. Dolores tor?cicos en los
costados, generalmente punzantes, predominando en el lado izquierdo
(especialmente en el v?rtice) y de noche, agrav?ndose por cualquier movimiento
o por re?rse. Dolor en la axila al levantar el brazo. Lesiones cavitarias
pulmonares. Neumon?a caseosa. Hepatizaci?n pulmonar. Abscesos de pulm?n.
Lesiones pleurales tuberculosas.
* 37 Constricción, pesadez y presión precordial. Palpitaciones a la mañana
temprano o de noche, cuando levanta la cabeza de la almohada, o cuando hace
inspiraciones profundas; con la tos o con dolores en la espalda o puntadas
en los pulmones. Pulso r?pido.
* 38 C?catrices de adenopatéas supuradas en el cuello. Puntadas en los
omóplatos; en la espalda. Debilidad lumbosacra. Sensación como si la ropa
estuviera h?meda en la espalda. Dolores en las v?rtebras lumbares, peor por la
presión, irradiando a las piernas. Tuberculosis del sacro.
* 39 Hormigueos en los miembros: gran debilidad; sacudidas. Dolores
reum?ticos y err?ticos en las extremidades, peor por el frío, la humedad y los
cambios de tiempo, o durante la fiebre; mejor por ?l movimiento. Sensación de
luxaci?n con intensos dolores en la mu?eca derecha, peor al moverla, cesando
en reposo. Temblor en las manos. Fr?o en las piernas y pies, más del lado
izquierdo; pies fríos en la cama. Dolor en la articulación coxofemoral;
coxalgia. Tuberculosis de la rodilla. Dolores agudos en muslos y piernas, especialmente durante la fiebre. Inquietud en las piernas. Rodillas y tobillos hinchados y doloridos. Sudores en las palmas de las manos.
* 40 No puede dormir por la gran cantidad de pensamientos o por la tos.
Somnolencia después de comer. Sue?o perturbado después de las 3 horas.
Pesadillas, o sue?os de verg?enza.
*** 41 Escalofríos al ba?arse; por ansiedad; a las 17 o a las 19 horas, o de
noche en cama, siguiendo hasta medianoche; cuando comienza a dormirse; cada 21
días. Fiebre h?ctica; insidiosa; intermitente, crónica; con escalofrios y
estremecimientos por destapar las manos o el cuerpo. Aversi?n a destaparse.
Reca?das de fiebres intermitentes. Sudores copiosos nocturnos, sobre todo
después de medianoche; o a la mañana al despertar; o en la cabeza de noche; o
durmiendo. Sudores por el menor esfuerzo físico y mental; tiñen la ropa de
amarillo.
* 42 Eczema generalizado con prurito intenso peor de noche, al desvestirse,
después de ba?arse, por el calor o pensando en ?l, mejor por el agua fría; con
gran desprendimiento de escamas blancas, como afrecho; con secrecién detrás de
las orejas, en el cuero cabelludo y en los pliegues. Eczema seco o h?medo de
color rojo vivo y muy doloroso. Eritema nudoso con n?dulos subcuténeos
indurados. Manchas bronceadas o marrones. Puntas y nudillos de los dedos de
las manos, bronceados. Erupciones escarlatiniformes o morbiliformes.
Erupciones con prurito nocturno. Prurito en todo el cuerpo a la noche en cama,
o al desvestirse y en contacto con el aire frío, mejor por el calor de la
estufa; que cambia de sitio después del rascado. Erupciones suprimidas. Lupus.
Sabañones.
COMPLEMENTARIOS:
Psorinum. Sulphur, Calcarea Carbonica, China, Bryonia.
"Sigue a Psorinum como un remedio constitucional en la fiebre de heno y el
asma (Allen). Cuando Tuberculinum falla, Syphilinum a menudo lo sigue
ventajosamente, produciendo una reacción.